A lo largo de cuatro mil años, la civilización china, montada sobre unas estructuras sociales inmóviles, cuyos valores están extraídos de las doctrinas de Kon Fu-Tseu (Confucio), ha sabido crear no sólo un arte singular sino también explotar inventos trascendentales, como la pólvora o las primeras técnicas de impresión.
En conjunto esa civilización inmóvil y creadora al mismo tiempo presenta dos periodos de relevante importancia, la era Sung (siglos X al XIII) y la era Ming (siglos XIV al XVII).
A diferencia de las dinastías Han y Fang, los Sung no se afanaron en aumentar territorialmente los dominios imperiales e incluso llegaron a comprar la paz a algunos de sus amenazadores vecinos.
Los progresos en la ingeniería naval permitieron a los Sung conquistar a los árabes las rutas del sudeste de Asia, al mismo tiempo que se preocuparon por modernizar la administración y elevar el nivel de vida de sus súbditos.
A esta época hemos de atribuir también la invención de la brújula, la aplicación de la pólvora a la guerra y el cultivo entusiasta del álgebra, introducida por los árabes.
China se convirtió en el siglo XV en una de las grandes zonas algodoneras del mundo, gracias a la aplicación de procedimientos de economía dirigida.
En el siglo XV se introduce el maíz americano, la batata y el cacahuete, que los españoles habían llevado a las Filipinas.
A finales del siglo XVII la batata se había generalizado en todas las regiones mientras el tabaco se expansionaba a partir del sur.
El hermetismo a la influencia occidental es mucho menor ahora, con la intensificación de los viajes, pero la apertura a productos y técnicas europeas fue acompañada por la preocupación de conservar los libros y los conocimientos tradicionales de China.
Tras un siglo de dominio mongol, la dinastía Ming restaura las tradiciones chinas. Se rehacen las construcciones de defensa y las comunicaciones, y, para financiar tales empresas, se estimula la economía: el cultivo del algodón se convirtió en obligatorio para los campesinos; algunos edictos resaltan la importancia de las técnicas de cultivo
Los tres de los avances científicos que existían en China.
La brújula, la pólvora y el álgebra.
¿Qué productos incorporó China a su agricultura, en el siglo XV?
La batata, el maíz y el cacahuete.