La lluvia ácida es una precipitación acuosa que contiene en disolución los ácidos sulfúrico y nítrico producidos por la combinación de los óxidos de azufre(SO2) y de nitrógeno(NO2) con el vapor de agua de la atmósfera.
Una lluvia se considera ácida si su pH es inferior a 5,6.
La lluvia ácida es una consecuencia directa de los mecanismos de autolimpieza de la atmósfera.
Las fábricas son las principales causantes de la lluvia ácida, porque, por medio de los humos que desprenden sus chimeneas, acumulan en la atmósfera partículas contaminantes que la lluvia posterior arrastra al suelo.
El dióxido de azufre se origina por combustión de carbones y de petróleos en automóviles, en instalaciones industriales fijas, en la incineración de basuras y en diversos procesos industriales como la obtención del papel y el cartón, la fabricación de ácido sulfúrico, etc.
También puede originarse por oxidación del SH2 formado en los procesos bacterianos de descomposición de la materia orgánica.
El dióxido de nitrógeno se origina en los procesos de combustión a elevadas temperaturas (superiores a 1000 ºC), en motores de combustión (principalmente diesel), en centrales termoeléctricas, en la fabricación de explosivos, en erupciones volcánicas, etc.
Los procesos que transforman algunos gases atmosféricos en ácidos se pueden producir por causas naturales (erupciones, acción de las bacterias sobre el suelo).
La secuencia de las reacciones que dan lugar a las lluvias ácidas se producen en la troposfera. Se inician cuando un fotón de luz choca con una molécula de ozono y origina una molécula (O2) y un átomo (O) de oxígeno. Éste, que es muy reactivo, se combina con facilidad con una molécula de agua para formar dos radicales de hidroxilo (OH).
La combinación del óxido de nitrógeno con un radical de hidroxilo origina el ácido nítrico (HNO3).
La formación del ácido sulfúrico es más compleja, pero se inicia por la combinación del óxido de azufre con un grupo hidroxilo.
El ácido nítrico se disuelve fácilmente en las pequeñas gotas de agua de las nubes, mientras que el ácido sulfúrico se condensa y forma gotas microscópicas.
Los efectos de las lluvias ácidas en la vegetación han sido estudiados desde hace décadas en amplias zonas del norte de Europa y América del Norte.
Los efectos comprobados son corrosiones de las hojas, reducción general del crecimiento de los árboles y, en numerosas ocasiones, la muerte de éstos.
Asimismo, la lluvia ácida provoca la acidificación de las aguas de los ríos y lagos, que con frecuencia determina la muerte de su fauna y que las hace poco potables.
En el suelo origina una excesiva acidificación y un empobrecimiento en ciertos nutrientes, que son arrastrados.
Un carácter bien estudiado de las lluvias ácidas es que se pueden producir a grandes distancias de los focos productores de SO2 y NO2.
Los efectos de las lluvias ácidas en la vegetación son corrosiones de las hojas, reducción general del crecimiento de los árboles y, en numerosas ocasiones, la muerte de éstos.
¿En qué consiste la lluvia ácida?
La lluvia ácida es una precipitación acuosa que contiene en disolución los ácidos sulfúrico y nítrico.
¿Cuándo se considera ácida?
Cuando su pH es inferior a 5,6.