En el medio oceánico viven numerosas y variadas comunidades naturales. Su riqueza y diversidad dependen de la distancia de la costa y de la profundidad. De hecho, a mayor distancia de la costa y a mayor profundidad, las comunidades y los individuos se reducen en número.
Morfológicamente, los fondos oceánicos se clasifican en función de su profundidad. La plataforma continental corresponde a la zona adyacente al continente, de relieve suave y anchura muy variable.
Su límite, establecido convencionalmente, es la isóbata de 200 m. Se trata de una zona muy rica en organismos.
La plataforma está sometida a los cambios de nivel del mar provocados por las variaciones climáticas. Dentro de la plataforma, la isóbata de 50 m es el límite convencional de la zona litoral.
El talud continental presenta una pendiente muy fuerte y su límite se ha establecido en la isóbata de 2.000 m. Los fondos de profundidad superior a los 2.000 m constituyen las llanuras abisales.
El medio marino se divide en dos regiones: la nerítica, de aguas poco profundas situadas por encima de la plataforma continental, y la oceánica, o de mar abierto.
Por lo que respecta a las condiciones de vida y a las características comunes de los organismos que viven en él, el medio marino se divide en dos regiones: la nerítica, de aguas poco profundas situadas por encima de la plataforma continental, y la oceánica, o de mar abierto, más allá de la plataforma continental.
Esta última se divide en: zona fótica, o iluminada, donde tiene lugar la fotosíntesis, que se extiende hasta una profundidad media de 50-100 m; zona batial, situada por debajo de la zona fótica y hasta unos 2.000 m de profundidad; y zona abisal, que corresponde a las profundidades oceánicas de más de 2.000 m.
Las plantas y los animales terrestres no aparecen en el registro fósil hasta bien entrado el Paleozoico, mientras que formas acuáticas animales y vegetales existían desde mucho antes.
LAS COMUNIDADES DE ORGANISMOS DEL MEDIO MARINO
Según el tipo de vida, se suele distinguir entre organismos pelágicos, que viven independientemente del fondo, desplazándose activamente por natación (necton) o suspendidos en el agua (plancton), y los organismos bentónicos o bentos, que viven permanentemente en el fondo, fijos o desplazándose por él.
EL PLANCTON
El plancton es la comunidad biótica formada por los organismos que viven en suspensión en las capas superficiales de las aguas. Aunque muchos poseen sistemas propios para desplazarse, se mueven, en última instancia, de forma pasiva a causa de las corrientes marinas y de los vientos.
Si las condiciones son adecuadas, la tasa de renovación del plancton es muy elevada y compensa el continuo y activo consumo de los animales marinos, así como su continua sedimentación.
El plancton tiene las características de una comunidad poco madura: está integrado por organismos de vida corta, muy prolíficos y poco especializados, y con sistemas de alimentación casi automáticos, como la aspiración y la filtración.
El plancton está formado por dos fracciones, el fitoplancton, constituido por algas microscópicas, la mayoría unicelulares, y el zooplancton o fracción animal.
El fitoplancton es el principal elemento fotosintetizador del medio marino. La mayor parte de la energía que entra en los ecosistemas oceánicos es fijada por algas planctónicas.
Los factores que limitan la renovación de las algas son la disponibilidad de nutrientes y la luz; ésta es óptima en los primeros 50 m de profundidad. La mayoría de las algas planctónicas son cosmopolitas y tienen extensas áreas de distribución.
EL NECTON
Se denomina necton al conjunto de organismos que pueden desplazarse independientemente de los movimientos de las aguas. Los principales componentes del necton son los peces y los cefalópodos, además de la tortuga marina y cetáceos.
EL BENTOS
El bentos es el conjunto de organismos que viven en los fondos marinos, fijos (sésiles), desplazándose por la superficie (vágiles) o adheridos al sustrato. Suelen ser filtradores y está compuesto entre otros por diversos grupos de algas y por fanerógamas marinas.
LAS COMUNIDADES ASOCIADAS A LAS FUENTES TERMALES OCEÁNICAS
Las comunidades hidrotermales son verdaderos oasis, que contrastan con los desérticos fondos oceánicos, y los únicos sistemas biológicos conocidos que viven sin el concurso de la energía solar y de la fotosíntesis.
Los productores primarios de estas comunidades son bacterias autótrofas y quimiosintéticas.
Las características más importantes son: riqueza y biomasa superiores, se disponen en aureolas concéntricas (en función de su resistencia a la temperatura), son especies desconocidas hasta su descubrimiento, hay poca diversidad de especies y su vida es muy corta.